
Un colapso tan contundente como inexplicable echó por tierras las esperanzas del Real La capital de españa de revalidar el título de Euroliga ganado el año pasado. El Panathinaikos, precisamente superado en la recta inicial del partido, supo ir medrando con el paso de los minutos para ofrecerle la vuelta a la final y llevarse la séptima Euroliga de su historia , la primera desde 2011, con un apabullante triunfo por 80-95. Quince puntos de diferencia que no reflejan lo que fue el partido pero sí el cortocircuito total sufrido por el aparato de Chus Mateo en la segunda mitad.