El más aguardado en el Etihad Stadium a lo largo del recorrido previo al Manchester City-Nápoles era, sin duda , Kevin De Bruyne. Todo en la localidad de los Citizens evoca su gloriosa época con el equipo de Pep Guardiola. Basta decir que la entrada al campo está guiada por su mosaico. El centrocampista belga no defraudaría : llegó con un perfil bajo y humilde (del que el capitán Di Lorenzo asimismo charló en la rueda de prensa sobre su acercamiento al Nápoles) y obsequió a todos una sonrisa y una mirada.
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Sus ojos reflejaban una clara emoción, pero hubo algo mucho más que llamó la atención: un nuevo paso adelante para el club napolitano fuera del campo. Esta vez en cuanto a estilo, introduciendo su indumentaria, con la que el Napoli quiere mostrarse contemporáneo y elegante. En verdad , el equipo llegó al Etihad luciendo sus nuevos uniformes oficiales de gala con la histórica águila de Armani pintada en su peculiar azul.
Los entusiastas en comunidades se volvieron locos de inmediato , exigiendo poder adquirir las piezas colaborativas, todas en un clásico azul adornado con parches de cuero y bordados que celebran los tonos del club. Tranquilidad y estilo, pero asimismo singularidad para dos excelencias italianas.