Un punto sacó el Atlético de La capital española de Vitoria ante el Alavés. Un empate que en otros momentos se hubiera dado por bueno, pero que en este momento se ve como una decepción. Dos puntos de nueve posibles tras haber hecho una profunda renovación en el proyecto sabe a poquísimo. Y eso que en Mendizorroza los rojiblancos lo procuraron hasta el desenlace , aun los cambios dejaron buenas sensaciones , pero nada es bastante.

La primera parte en Mendizorroza tuvo una cara y una cruz en el Atlético de La capital de españa. El lado positivo lo protagonizó Giuliano Simeone, mientras que el lado negativo se lo llevó Alexander Sorloth. Todo ello, en un primer acto de dominio alterno de los dos conjuntos que terminó con un empate a uno, en un acercamiento en el que los rojiblancos fueron los que mucho más lo procuraron.

La cara se pudo ver a los seis minutos del acercamiento. Giuliano recupera una pelota, se apoya en Sorloth para comandar la contra. Casí en línea de fondo pone un pase atrás que pega en un defensa, pero Almada logró rematar. El rechace lo recopila y como puede se saca un tiro que se convierte en el 0-1. El ímpetu del Cholito ponía por delante a los colchoneros.

El argentino no lo celebró por su pasado como jugador del Alavés. De hecho , solicitó perdón. Se apreció que conocía el campo por el hecho de que fue uno de los mejores de la primera mitad. Sus internadas por la derecha fueron la principal arma de los colchoneros. Incluso forzó la amarilla a Diarra, su marcador que vivió una auténtica pesadilla.

Mientras que la cruz fue Sorloh. A los 12 minutos fue a aclarar una pelota en el área, y no se dio cuenta de que por detrás se le había adelantado Tenaglia, así que le pegó una patada. El árbitro no lo vaciló y pitó penalti. Carlos Vicente desde los once metros igualó la contienda engañando a Oblak. Un error que le costaba el empate a los rojiblancos.

Pero no fue lo único negativo que le sucedió al delantero noruego. Al que le costó entrar en el partido. No llegó a dos balones en largo en los que se quedaba en un codo con codo con Sivera. Para colmo vio la amarilla de manera absurda por unos agarrones con Tenaglia. Incomprensible la reacción del colegiado, pero asimismo de Alexander que no puede caer en esas trampas.

Eso fue lo más destacado de una primera mitad donde se volvió a ver la inoperatividad del Atlético en el juego de estrategia. Lo intento en una acción que terminó tirando fuera Marcos Llorente y luego en otra, que terminó con un disparo muy lejos de Distritos. La vida sigue igual. De esta manera se llegaría al reposo.

El comienzo de la segunda parte quedó marcado por un hecho en la grada. Casi 10 minutos estuvo parado el partido por el hecho de que los servicios médicos del estadio tuvieron que atender a un aficionado del Alavés. Un ‘mini-descanso ’ que lejos de enfirar el partido de los colchoneros logró que se viesen sus mejores minutos.

Justo después llegó el triple cambio del Cholo. Se marcharon Cardoso algo habitual tras ver la amarilla, Almada y Hancko que estaba siendo de los más destacados ; para que entrasen Gallagher, Griezmann y Ruggeri. En los últimos 2 partidos los cambios habían sido la asignatura pendiente de los colchoneros.

En esta ocasión reanimaron al equipo. Dos ocasiones clarísimas seguidas. Sivera tuvo que lucirse ante el cabezazo de Sorloth a centro de Griezmann, y en el saque de esquina el propio Antoine estrelló una pelota en el palo tras un fallo del meta local.

Unos minutos después, en una falta colgada por el Principito al área, Sorloth la rozó y Sivera volvió a tener que lucirse para sacarla. El Atlético mandaba en el partido, Griezmann dirigía al grupo en el centro del campo, y dejaba varios centros que no terminan de realizar daño a los vitorianos. Un quiero y no puedo en el que acabó el partido para los rojiblancos en Mendizorroza.