Remontada impresionante del FC Barcelona contra el Levante (2-3). Después de estar 2-0 abajo en el medio tiempo, el equipo de Hansi Flick logró invertir la situación en una segunda mitad sobresaliente y consiguió una victoria con mucha determinación que lo mantiene al frente de La Liga. Los aficionados del Barça se sorprendieron por el inicio del Levante, pero los goles de Pedri Ferran y el autogol de Elgezabal en los minutos finales ayudaron a obtener un triunfo que demuestra que los culés nunca se rinden.
Después de un buen debut en la liga en Mallorca, Flick realizó solo dos cambios en la alineación. Uno fue necesario debido a que De Jong no pudo jugar por ser padre recientemente, por lo que eligió a Casadó para acompañar a Pedri en el centro del campo. La otra sorpresa fue la titularidad de Rashford en la banda izquierda. El inglés ocupó el lugar de Raphinha en el mediocampo y formó parte del ataque junto a Lamine y Ferran, que una vez más fue un punto de referencia. La defensa se mantuvo igual, con Joan García en la portería y una línea de cuatro compuesta por Eric, Araujo, Cubarsí y Balde.
La atmósfera en el Ciutat de València fue especial, ya que fue el primer encuentro en casa del Levante desde su regreso a La Liga, pero el Barça salió decidido a imponer su juego. Lamine mostró rápidamente su talento, aunque fue el Levante quien primero estuvo cerca de abrir el marcador. El experimentado Morales superó a Joan García, pero el gol fue desestimado por un claro fuera de juego. Los culés intentaron reaccionar con un tiro lejano de Balde que Elgezabal desvió a córner, pero los ‘granotas’ no fallaron en su segunda oportunidad clara. Manu Sánchez le robó el balón a Lamine y se lanzó al ataque para combinar con Toljan, que le pasó el balón a Iván Romero, quien dejó atrás a Cubarsí con un engaño y colocó el balón fuera del alcance de Joan García. Fue un gol para recordar, y la afición del Levante estalló de alegría en las gradas.
A pesar del 1-0, el Barça continuó siguiendo su estrategia y Ferran pudo empatar con un remate que dio en el travesaño. Raphinha también estuvo cerca del empate con un cabezazo que tocó el poste y justo antes del descanso ocurrió una jugada polémica. Balde tocó el balón con la mano pegada al cuerpo tras un disparo de Morales y Hernández Hernández, tras consultar el VAR de Figueroa Vázquez, concedió penalti. El mismo árbitro que no pitó una mano mucho más clara de Tchouaméni en el último Clásico, no dudó esta vez en señalar la falta. Morales tomó la responsabilidad y anotó el 2-0, provocando euforia entre los aficionados locales.
El Barça necesitaba un giro en su juego para la segunda mitad y Flick decidió poner a Gavi y Olmo en el campo para mejorar la ofensiva. Se quedaron en el banquillo Casadó y un Rashford que fue más activo que efectivo. En un instante, se logró igualar el marcador. Primero fue Pedri quien anotó un gran gol desde fuera del área y luego Ferran remató de cerca tras un córner lanzado por Raphinha. Dos goles cruciales en muy poco tiempo que ayudaron a reorientar el partido.
Quedaba mucho tiempo por delante y el Ciutat de València disminuyó su intensidad. En ese momento, Lamine tomó el control del juego. El joven talento del Barça lo intentó repetidamente, pero se encontró con un Manu Sánchez que lo detuvo bien. A pesar de esto, el chico de Rocafonda siguió luchando y se convirtió en un constante problema para el rival en el último tramo del segundo tiempo.
Con solo quince minutos restantes, Flick decidió arriesgarse para intentar dar la vuelta al marcador. Sustituyó a Lewandowski por Balde y a Christensen por Araujo, formando una defensa de tres y dos delanteros. Era el momento decisivo. Con el Barça presionando, Raphinha forzó a Pablo Campos a realizar una buena parada y todo parecía dirigirse a un 2-2, pero aún había tiempo para una hazaña.
Lamine Yamal, sin parar en su esfuerzo por remontar, envió un centro al área para que Ferran llegara, pero Elgezabal, con mala suerte, desvió el balón en su propia portería dando una victoria agónica al Barça. El triunfo deja a los culés con una sensación agradable, ya que vieron cerca el empate, y se suma a la serie de remontadas del equipo de Flick.
Será necesario arreglar los fallos de la primera mitad para que la próxima visita a Vallecas no sea tan difícil, pero los tres puntos son un premio muy merecido tras un segundo tiempo excelente que debería inspirar el futuro.