La rusa-australiana Daria Kasatkina derrotó a Paula Badosa en tercera ronda por 6-1 y 6-4 en una hora y 33 minutos de juego. Otro año va a ser Roland Garros. Quizá uno en el que todo salga bien, que se marchen los dolores, que los catarros se mantengan lejos, que la maldita bola desea ingresar. "Tengo que ser verdadera : no tengo expectativas aquí", reconoció en la previa y con ese espíritu había poco que hacer. Su entrenador, Pol Toledo le reclamaba optimismo y su pareja, Stefanos Tsitsipas, insistía en animarla, pero no había manera. Sólo a mediados del segundo set , con otra remontada épica en el horizonte, Badosa deseó autoconvencerse y peleó hasta el momento en que la volvió a derrotar el desánimo.
Después de un final de 2024 en el que fue incontenible y jugó el mejor tenis de su historia , Badosa volvió a sufrir dolores de espalda en la última gira de tierra batida y eso le destrozó la confianza. Hace no tanto, hubiese ganado a Kasatkina con suficiencia, tiene muchas armas para llevarlo a cabo , pero este sábado no era el día.
Kasatkina, natural de Rusia y nacionalizada australiana tras renegar del Gobierno de Putin por su políticas anti-LGTB y la invasión de Ucrania, se formó en el CMC Competición de Barcelona y expuso el mucho más tradicional estilo de juego español, tan clásico que ya solamente existe en la élite. Su táctica era clara: devolver una bola, y la siguiente , y la próxima , y la próxima. Para ganar, Badosa debía ser mucho más combativa que en los últimos tiempos, acortar los intercambios y no lo hizo.
Su adversaria le plantó enfrente un muro : si sumaba mucho más golpes triunfadores , ganaría y si acumulaba mucho más fallos no forzados, perdería. El cómputo al final fueron 26 \'winners\' por 41 errores , no hubo duda. En el primer equipo la diferencia fue abismal y en el segundo hubo reacción, remontó una bola de break en contra, pero le faltaba esperanza para llegar más allí.