
Carlos Alcaraz encuentra el oxígeno en las situaciones límite y la Centre Court de Wimbledon asistió a un ejemplo cristalino. El vigente vencedor , que un año atrás levantó la copa dorada tras un esfuerzo supremo en la final, resistió un partido asfixiante para sobrevivir a la primera semana del torneo. La ciudad más importante británica sostuvo la respiración en entre las actuaciones más sufridas del murciano, que mantuvo vivo un sueño: convertirse en el primer español capaz de proteger el trono en el All England Club.